En estos últimos años, la Kasbah de Tánger ha sido totalmente rehabilitada y, además de arreglar calles, poner buena iluminación y pintar fachadas, se han restaurado edificios como el que veis en la foto y en el que se ha inaugurado un museo dedicado a la figura de Ibn Battuta, un tangerino del siglo XIV que fue uno de los grandes viajeros de su época y, podríamos decir, de todos los tiempos.