Si buscas una experiencia inolvidable, un verano en Marruecos es la opción perfecta. Este itinerario combina la vibrante ciudad de Marrakech, la aventura en el desierto y la serenidad de Essaouira, ofreciendo una combinación única de cultura, historia y paisajes espectaculares.

Verano en Marruecos: Playa, Marrakech y Desierto

Descubre Marrakech: Tradición y Modernidad

Tu viaje comienza en Marrakech, la ciudad roja. Aquí podrás recorrer la famosa Plaza Jemaa el-Fna, perderte en los zocos llenos de artesanías y probar la deliciosa gastronomía marroquí. No te pierdas el Palacio de la Bahía, los Jardines de Majorelle y la Mezquita Koutoubia.

Verano en Marruecos: Playa, Marrakech y Desierto

Aventura en el Desierto: 4 Días y 3 Noches de Verano en Marruecos lleno de Magia

Desde Marrakech, emprenderás un viaje hacia el desierto que te llevará a través de las montañas del Atlas y la Kasbah de Ait Ben Haddou, Patrimonio de la Humanidad. En el desierto de Merzouga, disfrutarás de un paseo en camello, atardeceres dorados y noches bajo un cielo estrellado en una auténtica haima bereber.

Verano en Marruecos: Playa, Marrakech y Desierto

Essaouira: Relajación en la Costa Atlántica

Después de la emoción del desierto, la última parada será Essaouira, una ciudad costera con un encanto especial. Sus playas, ideales para descansar o practicar deportes acuáticos, y su medina, declarada Patrimonio de la Humanidad, te cautivarán con su arquitectura y ambiente relajado. Además, Essaouira es famosa por su vibrante escena artística y musical, con numerosos festivales y galerías que reflejan su espíritu bohemio. Su puerto pesquero, lleno de vida y tradición, es el lugar ideal para degustar mariscos frescos en un ambiente auténtico. Caminar por sus murallas y admirar la vista del Atlántico al atardecer es una experiencia única que te dejará recuerdos inolvidables. No puedes perderte su mercado de especias y artesanías, donde encontrarás productos típicos como el aceite de argán y tejidos tradicionales. Essaouira es el lugar perfecto para cerrar tu aventura con una mezcla de cultura, relajación y belleza natural. Essaouira es el destino perfecto para cerrar tu verano en Marruecos con días de sol, mar y gastronomía exquisita basada en pescado fresco. Sus calles empedradas y su aire bohemio te conquistarán mientras disfrutas de la brisa atlántica.

Un Verano en Marruecos para Recordar

Este viaje es una combinación perfecta de cultura, aventura y descanso. Desde el bullicio de Marrakech hasta la paz del desierto y la brisa marina de Essaouira, un verano en Marruecos es una experiencia que no olvidarás. Cada destino ofrece una faceta distinta del país, permitiéndote explorar su diversidad y su riqueza cultural en un solo viaje.

Madraza Ben Youssef  es uno de los más importantes monumentos de la ciudad roja que a veces con el exotismo y el glamour occidentalizado de los hoteles de lujo, spas, tiendas y restaurantes, a veces es fácil olvidar que Marrakech es una ciudad islámica y que también se considera un lugar sagrado de peregrinaje.

Sabías qué…?

El Valle del Draa cuenta con más de un millón y medio de palmeras. Está situado en las laderas del río Draa (el más largo de Marruecos) entre las poblaciones de Agdz y Zagora
⁣Ostenta el título de ser el segundo en tamaño después del Valle del Nilo.

La artesanía en Marruecos  es variada y rica en estilos.

Cambia en función del lugar que estemos aplicando cada uno disciplinas diferentes. En esta entrada vamos a tratar de darte pistas sobre los distintos tipos de artesanía en Marruecos.

La artesanía junto con los paisajes y la cultura es uno de los grandes atractivos de Marruecos.

Viajar por libre a: Aït Ben Haddou: 

El ksar más icónico de Marruecos

Viajar por libre a Aït Ben Haddou es posible, tienes varias alternativas que te vamos a contar.

Es probablemente uno de los lugares más visitados de Marruecos ya que además de por su importancia como monumento patrimonio de la UNESCO y reconocido escenario de películas es  parada obligada en los viajes al desierto.

El Palacio Badi (Palais El Badii) es una construcción de finales del siglo XVI por el sultán Saadí Ahmed al-Mansur con homenaje a la victoria sobre el ejército portugués en 1578 en la  Batalla de los Tres Reyes.

La conexión del genio de la costura con Marrakech fue una constante en su vida y también en su legado con el fabuloso Jardín Majorelle. Ahora la ciudad le rinde un homenaje con el Musée Yves Saint Laurent, que cuenta con parte de la colección del la Fundación Pierre Bergé.